domingo, 11 de diciembre de 2022

 

DICIEMBRE 2022.
INICIO.
Cristela Lambarri es una mujer que no cree en la navidad debido a los sinsabores vividos durante las fiestas decembrinas. Así ha educado a su pequeña hija, Danna, la cual sabe que su padre murió en un trágico accidente y es consentida de su abuelo, Braulio, un millonario que desvive por ellas y que desea que su hija recupere la alegría de vivir y le de un sentido a la navidad. Ella sin embargo no puede olvidar lo que ha vivido y, centrada en su trabajo como mercadóloga de los almacenes de su progenitor, asegura que la época no es más que un pretexto para el consumismo, lo que a ella le gusta pues esto les genera millones de dólares anuales. Distinta a ella es Valeria, su hermana, la cual disfruta intensamente las fiestas y es consentida por la fiel sirvienta Isabel Pineda, una mujer sombría que asusta a la pequeña Danna, a quien la tía consiente falsamente, pues de esa manera se ha ganado la confianza de su hermana y su padre, para poder manipularlos a su antojo. La criada y la hermana saben el verdadero motivo de la desaparición del marido de Cristela, mas juran que nadie jamás sabrá nunca la verdad. Se ve con Rodrigo Salazar, quien la ama y desea casarse con ella y dejar de ser su amante secreto, pues es empleado de su padre. Ella asegura que no se casará con él ni con nadie, pues no desea tener el mismo destino que su hermana. Al final se encuentra Leonardo, el menor y quien vive atado a una silla de ruedas debido a una mal formación en las piernas que nunca se ha podido operar. Él es fiel a sus hermanas y siempre intenta que estén unidos, aunque también considera que es una carga para todos. De él está enamorada la sirvienta Lalita, a quien Isabel asegura que alguien como el muchacho jamás amaría a una como ella.

Mónica Noriega, mejor amiga de Cristela, y de ideas liberales, intenta a toda costa que por fin la mujer celebre con ella y otra amiga, Nínive Montesinos, los festejos navideños, sin éxito. La mujer jamás ha confiado en Valeria, a la que aconseja que haga algo por igualar a su hermana mayor en vez de dedicarse a despilfarrar el dinero de su padre. La otra asegura que Cristela se ha merecido la amargura que carga, pues por trabajar desatendió todo lo que cree que la vida y Diciembre le han arrebatado. Sin embargo todo cambia cuando en el desfile anual de navidad, en los almacenes, Cristela conoce al empresario Manuel Villarreal, el cual es viudo y se ha impresionado con ella, por lo que le coquetea y descubre que, a pesar de la frialdad de la que Valeria le habló sobre la mujer, esta tiene sentido del humor. El coqueteo despierta los celos de la hermana de la protagonista, por lo que se acerca al hombre y no se despega de él, acaparándolo todo el tiempo. Patricio, el fiel asistente de Cristela, asegura a esta que su hermana está decida a todo con el recién conocido, mas este se ha interesado en otra, por lo que quizás la navidad haga un milagro inesperado. Dura, la mujer asegura que ella no piensa volverse a enamorar, y días después, cuando Manuel la contacta para invitarla a cenar, lo rechaza. Esto lo aprovecha Valeria, quien aconsejada por Isabel cita al hombre, haciéndole creer que es su hermana. Cuando él la descubre, le pide que no se ilusione pues él quiere a Cristela, a la que Danna hace saber que pedirá a Santa Claus un nuevo papá, mientras que Valeria llora en brazos de Isabel, a la que dice odiar a su hermana por atraer el amor y la simpatía de los demás, a pesar de ser una amargada. 
Cuando el ama de llaves le pide que haga caso a la propuesta de Rodrigo, la muchacha, sorprendida, le dice que el hombre solo es un pasatiempo, pues jamás se casaría con alguien que no sea millonario.

Leonardo tiene una crisis que nadie de su familia puede controlar. Se desahoga con Isabel, la cual le pide que no sea obstinado y acepte volverse a someter a una operación que lo ayude a recuperar el movimiento de las piernas. Él se niega rotundamente, mas confiesa a Lalita tener sueños y lo mucho que le duele no poderlos cumplir. Ella hace una investigación en internet y le propone meterse a la alberca, ayudándolo, pues quizás eso pueda servirle de relajación y a comenzar a sentir sensaciones en las piernas.

Cristela habla con sus amigas sobre Manuel, esperando que este pueda corresponder a su hermana, Valeria, de quien Mónica se expresa de mala manera, y le confiesa estar segura de que en el fondo su hermana la envidia. Nínive asegura que es más que evidente que Valeria no es del todo sincera y, presionada por Mónica, confiesa a Cristela que algunas veces vio a su hermana acompañada de su difunto marido. Cristela no sabe como reaccionar y de pronto las tres son interrumpidas por Manuel, quien al ver a la empresaria se ha acercado para saludarla. Se marcha, dejando pagada la cuenta, lo que causa conflicto en la protagonista, quien acude a reprocharle. Él le propone salir juntos y que ella pague la cuenta, pero la mujer lo rechaza y le pide que se fije en Valeria, mas este revela no tener interés en la otra, a quien Mónica y Nínive enteran del sentir del hombre. La envidiosa mujer hace una rabieta ante Isabel, gritando cuanto odia a su hermana, por haberse metido en el corazón de Manuel, quien a ella la rechaza.

Braulio alienta a Rodrigo para que se atreva a conquistar a Valeria. Se sorprende cuando el empleado le dice que él y su hija han tenido una relación por años, mas esta no desea que nadie se entere y ha rechazado casarse con él. El jefe habla de esto con Cristela, la cual cree que la hermana tiene sus motivos y prefiere no cuestionarla. Acude a trabajar con Patricio, el cual se ha vuelto cómplice de Manuel para que enamore a su jefa, y le ha recomendado ganarse el cariño de la pequeña Danna, quien alarma al millonario cuando le dice no creer en la navidad. Este le cuenta historias que la niña asegura no creer. Lo descubre Cristela, quien discute con él y le exige que no intente meterle ideas a la niña. Discutan a tal grado que ella lo corre y él le corresponde con un beso correspondido con una fuerte bofetada. Entonces él le pregunta por qué es tan dura y le teme tanto al amor. Se marcha y la mujer se encierra a llorar en soledad. Es consolada por Isabel, a la que confiesa estar todavía muy herida por lo que sucedió hace años.

En un país lejano, Osvaldo Madrigal descubre que se ha terminado su ligera fortuna y cree que es momento de regresar a México, instalándose en un hotel, desde el cual se comunica con Valeria, quien se aterra al escucharlo. Acude a la cita y le exige que desaparezca, pues todos lo creen muerto. Él le pide dinero a cambio de no presentarse ante su padre y contarle los motivos por los que abandonó a Cristela, a quien la hermana intenta manipular antes de decirle que el hombre que la abandonó y al que Danna cree muerto, ha vuelto. 
Sin embargo no lo hace, pues se altera cuando la hermana le dice que después de hablar con Isabel, y luego con sus amigas, ha descubierto que no tiene por qué sacrificar su felicidad por el recuerdo de quien la engañó, así que aceptará los cortejos de Manuel. Esto hace crecer más el odio que Valeria siente hacia ella y se desahoga insultando a la sirvienta, a la que reprocha el haber aconsejado a su hermana. La mujer le pide que se calme y luego se desahoga con Braulio, al que dice temer a que la menor de sus hijas vuelva a sufrir una crisis como la que padeció en el pasado.

Manuel le pide a Cristela que sean amigos al menos y ella asegura no querer darle falsas esperanzas. Manuel nuevamente le dice estar interesado en ella y también decidido a esperar a que ella quiera darse una nueva oportunidad. La mujer acepta cenar con él, que luego de la velada la lleva a recorrer calles de la ciudad y al estar juntos en el ángel de la independencia, le promete que la conquistará y logrará que vuelva a creer en la navidad. La besa apasionadamente y esta vez ella no se resiste. La lleva a casa y la vuelve a besar, por lo que al entrar es recibida con una bofetada por parte de Valeria, quien le dice ser una egoísta que ha decidido corresponder al hombre solo porque la sabe enamorada de él. Para desquitarse, está a punto de decirle que Osvaldo ha vuelto, mas se lo impide la presencia de Isabel y Braulio, quien la calla y le exige que pida perdón a Cristela, la cual intercede por ella y asegura que no ha pasado nada, sin embargo recuerda las advertencias de Mónica y Nínive sobre su hermana, a la que luego sorprende a solas y le pregunta si la ha lastimado de alguna manera. Esta le dice que siempre se ha sentido desplazada, y que en el pasado le arrebató a todos los hombres en los que se interesó y ahora lo hace con Manuel. Cristela le dice estar al tanto de su relación con Rodrigo y le aconseja que corresponda a su amor, pues es un hombre con un futuro brillante y es de la confianza de su padre, mas la hermana se ha encaprichado con Manuel, mismo que recibe en casa a Esther y Julián, su abuela y hermano, que han llegado a pasar las fiestas decembrinas con él, que les dice que después de años, por fin vuelve a amar. Los parientes lo apoyan y arman una fiesta a la que invitan a Cristela y Danna, quienes se sorprenden por su pasión por la navidad y la niña comienza a creer, cuando el hombre la toma en sus brazos y la lleva cerca del ángel de la independencia, a visitar a Santa Claus. Esto conmueve a la madre, a quien Esther asegura que la navidad no se trata de creer en fantasías, sino de creer en los sueños e ilusiones que alimentan la esperanza.

Osvaldo ve a su viejo amigo Felipe, el cual le pide que en vez de intentar recuperar la fortuna de Cristela, recapacite y se haga cargo del hijo adolescente que tiene y de la madre de este, pues realmente necesitan ayuda. El hombre entonces visita a Rosario García, quien no sabe cómo actuar ante su presencia. Pronto aparece Gabo, su hijo, al que la mujer asegura que el hombre es un viejo amigo. El chico sin embargo es inteligente y recuerda a Osvaldo de la niñez, por lo que dice saber que es su padre. Lo cuestiona y este le asegura haber sufrido mucho y estar decidido a recuperarlos. Pide a Rosario que lo acepte, al menos durante el invierno. Ella decide apoyarlo a pesar de su hijo.

Braulio contempla el retrato de su esposa muerta y Isabel lo sorprende para tomarlo del hombro. El patrón se siente feliz porque la esposa jamás se enteró de la verdad, y aunque la sirvienta les dio en adopción a su hija, la difunta nunca supo que el padre de esa niña era él. Los escucha Leonardo, quien se lo cuenta a Cristela. Esta encara a su padre y le exige que le diga la verdad. Él se niega rotundamente y exige a Isabel que no revele la verdad a su hija, que se desahoga con Patricio, el cual conoce a Julián en un bar y terminan en la cama, sorprendiénsose al descubrir que es hermano de Manuel, el cual padece de nueva cuenta el rechazo de Cristela, quien le cuenta lo que hace unos años le sucedió para no volver a amar a nadie. Él le promete que con él las cosas serán diferentes. La besa y son vistos por Osvaldo, quien los interrumpe y pregunta a la mujer si el millonario es su nuevo amor. Ella queda atónita ante su presencia, lo corre, y él le dice que ha vuelto para recuperar a su hija. Discuten y Manuel interviene, recibiendo un golpe del otro, el cual al ser rechazado desahoga su frustración con Rosario, a la que maltrata, siendo escuchados por Gabo, el cual se cubre con las sábanas para evitarlos.

Nínive está casada con Santiago Montesinos, quien le ha dado a nivel económico, pero que cada vez está más ausente. Ambos han intentado ser padres, sin éxito, y él la cree culpable de esto. El hombre incluso tiene una mala relación con su hermano, Patricio, al que rechaza por ser homosexual. Este sin embargo apoya a la cuñada y la convence de consultar a un especialista amigo suyo, el cual puede lograr que se embarace.

Rodrigo descubre que las ventas en los almacenes no son lo que esperaban y que la campaña de Cristela no ha dado resultado. Lo habla con Braulio, el cual pide ayuda a Manuel, el cual hace todo lo posible por evitar las péridas. Pide a Cristela que en las campañas incluyan a Santa Claus pero ella se niega. Esta vez el padre de la mujer interviene y da la orden, dejando a Manuel a cargo. Esto desata conflictos entre ambos, pero las ventas incrementan y ante tanta navidad, Danna comienza a creer, lo que hace que la madre entre en crisisi y desahogue con las amigas sus conflictos. Estas no pueden creer que Osvaldo haya regresado y la intrépida Mónica, al verlo en la calle, decide seguirlo y descubre que vive en casa de Rosario, a la que hace una visita más tarde y descubre que la mujer tiene un hijo adolescente.

Esther presiona a Julián para que diga a Manuel que perdió su trabajo debido a la traición del que era su pareja, mas el muchacho se siente avergonzado. Cuenta a la abuela que ha conocido a alguien más y esta lo abraza, pidiéndole que se de tiempo y ya no sea enamoradizo. El nieto asegura que no puede vivir sin amor y se ve con Patricio.

Felipe pide a Osvaldo que se olvide de Cristela pero el hombre insiste en recuperarla y así también mantener su estilo de vida. El amigo le pide que no haga a Rosario parte de sus planes, ocultándole que mantiene una relación con ella desde hace años, pero pronto el carácter del hombre se antepone ante la mujer y su hijo, quien le dice desconocerlo como padre y que su único papá es Felipe. Osvaldo se sorprende cuando Rosario le dice que hace muchos años que ella y su amigo son pareja. 
El ofendido sale en busca de Valeria, a la que pide ayuda y, aconsejado por ella, arma a Cristela un escándalo en la empresa, donde discute con Braulio, quien del coraje sufre un infarto y va a dar al hospital. Manuel interviene y pelea con el hombre, quien le dice ser el marido de Cristela y tener derechos. Ella lo vuelve a correr, él la insulta y el millonario le da un golpe en el rostro, callándolo. Es mandado a echar con el personal, mientras que Braulio se debate entre la vida y la muerte, por lo que Cristela dice a Manuel que es es una más de las razones por las que odia la navidad, pues sus tragedias siempre ocurren durante esta época.

Danna comienza a tener fe, pues no solo Manuel y la familia de este, sino también su tío Leonardo, junto con Lalita, la empapan de espíritu navideño, pues decoran un pino en la casa y el minusválido ordena a la sirvienta que entre ella y otros empleados decoren toda la casa, pues desea dar la bienvenida a su padre cuando este salga del hospital. Cuando Cristela descubre lo que pasa, no puede evitar llorar y abrazar a su hija, cuando esta le dice que pedirá regalos a Santa Claus, al cual ha visto en uno de los almacenes. Luego la mujer acude al hospital, donde Valeria le reprocha estar al pendiente de todo, menos de su padre. Discuten y Isabel interviene, pidiéndole a la menor que tenga consciencia. Esta se comunica con Osvaldo, para que acuda al lado de su esposa. Él lo hace y esto ocasiona incomodidad a Cristela, lo que llena de alegría a Valeria, a quien Rodrigo escuchó llamando al otro, por lo que le pregunta por qué odia a su hermana. La malvada no responde y lo rechaza, exigiéndole que no vuelva a buscarla. Él entera a la mujer que un día, cuando se entere de una terrible verdad, se arrepentirá de obrar contra Cristela, la cual solo la ha procurado y consentido, ignorando su odio. Ella se desahoga con Osvaldo, quien la besa, haciéndola recordar la aventura que tuvieron y como los dos iban a huir juntos hace muchas navidades, cuando él abandonó a su esposa. Ella se deja llevar y luego lo abofetea, pues tampoco le perdona que se haya ido sin ella, plantándola en el aeropuerto, desde donde tuvo que valerse de Isabel para inventarse una historia que al final todos le creyeron. Él le exige el dinero que le pidió y ella se niega a dárselo.

Manuel no se separa de Cristela, quien teme a que Osvaldo intente quitarle a su hija si ella no decide regresar con él. El millonario sin embargo habla con Mónica, la cual lo entera de lo que sabe del otro. Manuel se vale de Esther y Julián para acercarse a Rosario y Felipe, enterándose de la verdad. Asegura a su amada que no debe temer pues él la ayudará. La besa nuevamente y son vistos por Valeria, quien se siente celosa y se desahoga con Leonardo, el cual hace recuento del pasado y le hace ver que envidia a su hermana, pues desde que era adolescente siempre quiso a los novios de esta. La mujer lo niega y se presenta en las empresas para estar cerca de Manuel, argumentando que no se quedará de brazos cruzados mientras su padre está en el hospital. No pierde chances para intentar seducir al hombre, el cual le deja claro que se ha enamorado de Cristela.

Nínive discute con Santiago pues este se entera de que está viéndose con Patricio, al que él no desea hacer parte de su vida. La mujer le dice que el cuñado la está ayudando a quedar embarazada, mas el marido se niega a recibir la ayuda de un homosexual, al que busca para exigirle que no se acerque a su familia. 

Cristela, que lo ha presenciado todo, pide al hombre que se calme y asegura que Patricio es tan normal como cualquiera, pero así no piensa el hermano del hombre, que llora con su amiga por su situación, pues hace muchas navidades que no lo pasa en familia por el desprecio de los suyos.

Braulio es dado de alta y vuelve a casa, sorprendiéndose por la decoración de navidad. Allí, Isabel le promete que hará la mejor cena en años y Danna lo recibe con una bola de cristal que simboliza una larga vida. Todos se llenan de emoción y Cristela propone que celebren como cuando su madre vivía, pues ella amaba la navidad. Confiesa estar decidida a volver a creer, alegrando a los suyos. Se ve con Manuel en el ángel de la independencia, donde le agradece por devolverle la ilusión y salvar los almacenes de su familia. Él la besa y le dice estar enamorado de ella, que lo invita a pasar la noche buena en la mansión de su familia. Él acepta y se alista junto con Esther y Julián, a quien Patricio promete ver en esa celebración, donde Esther y Isabel hacen amistad y la anciana asegura a la otra saber que ama a Braulio, pues se le nota en la mirada. Todos lo pasan bien, menos Valeria, quien pide a Osvaldo que acuda a impedir la felicidad de Valeria, lo que da oportunidad a Rosario, Felipe y Gabo de celebrar juntos, felices, en familia, mas la presencia de Osvaldo en la mansión Lambarri incomoda a todos, y el alterado Braulio ordena que lo echen a la calle. Manuel, Julián y Patricio lo hacen, mientras Isabel habla con Valeria para reprocharle lo que ha hecho, pues sabe que ella invitó al hombre para incomodar a su hermana, sacando a la luz el pasado. No saben que las ha escuchado Leonardo, quien finge ante los demás para evitar conflictos ahora que sabe por qué su hermana mayor fue abandonada por el marido. Por ello, dando las doce brinda por la honestidad en su familia, y por que pronto la navidad saque a la luz los secretos que algunos de ellos guardan. Todos los miembros de la familia, menos Cristela, se sienten nerviosos por tales palabras que solo causan duda en la mujer, a quien Manuel abraza para entonces brindar por el amor, la esperanza y los sueños. Se asombran cuando aparece doña Alejandra Sabatié, abuela materna de Cristela, Leonardo y Valeria, a la que nunca ha querido y muestra su desdén. Lleva regalos para todos, menos para esta y la fiel ama de llaves, a la que no deja de mirar, acusándola e intimidándola.

Nínive aguarda en casa para celebrar con Santiago, el cual deambula por las calles y se entretiene con mujerzuelas, con las que celebra, por lo que la esposa solo hace una vídeo llamada con Patricio, quien la alienta para que sea positiva. Se va a dormir y descubre que el marido ha llegado borracho, mas no dice nada.

Mónica, que cena en un restaurante, se cruza con Osvaldo, a quien le han negado la entrada. Ella aboga por él y lo invita a cenar para emborracharlo y hacer que le diga las razones por las que abandonó a Cristela, pues ya sabe que fue por otra mujer. Pasmado, e ignorando que ella sabe de la existencia de Rosario, él asegura que todo fue planeado por Valeria, quien se enamoró de él desde que lo conoció, mas no tuvo el corazón para fugarse con ella y la plantó en el aeropuerto. Esta noticia asombra a Mónica, quien le echa la copa de vino encima y lo acusa de ser un canalla. 
Acude a la mansión Lambarri para desenmascarar a la villana, a pesar de que Nínive le pide que no lo haga, pues es noche buena y amargará a todos la navidad. Llega al lugar y se percata de que la vibra está rara. No dice nada, mas observa acusadora a Valeria, incomodándola. Es Manuel el que rompe la tensión y propone que todos los presentes acudan a su casa para festejar el fin de año, pues al igual que los Lambarri, él tampoco había festejado desde hace años, cuando enviudó. Todos hacen la promesa de asistir, hasta Lalita, a quien Leonardo ya ha comenzado a ver con nuevos ojos, más allá del cariño y el agradecimiento.

En la mañana de navidad, Danna se asombra al encontrar regalos bajo el árbol y una carta de Santa Claus, bendiciéndola por recobrar la fe y creer en la navidad. Esto llena de emoción a su madre, quien desahoga con Alejandra la tristeza que siente de que su madre haya muerto cuando ella era apenas una adolescente y sus hermanos unos niños. La abuela la abraza y le asegura que la difunta la protege desde donde esté, y le hace saber que volver a creer en la navidad la llenará de esperanza y de fuerza.

Patricio y Julián comienzan a verse frecuentemente y la atracción entre ambos hace que Manuel sospeche que su hermano terminó con su pareja. Se lo pregunta y se entera de lo que sucedió, brindándole su apoyo e informándole que ha cometido un error, pues invitó a su ex a la fiesta de año nuevo. También habla con él y su abuela de lo que sabe sobre Osvaldo, por lo que cuando Isabel visita a Esther y le confiesa la verdad que desde hace años ha callado, la anciana le aconseja que hable con Valeria y le diga que es su madre, mas el ama de llaves teme a ser rechazada.

Osvaldo intenta acercarse a su hija y por ello tiene enfrentamientos con Cristela, a quien Mónica y Nínive hacen saber que el hombre tuvo un hijo antes de casarse con ella, con otra mujer. La protagonista habla con Rosario, quien le dice que Osvaldo la engañó y montó una boda falsa, para luego abandonarla para comenzar un romance con ella. Recuerdan que el hombre era un simple empleado en un almacén y que se valió de su gallardía y labia para enamorar a la millonaria, a quien Mónica aconseja que levante una demanda junto con Rosario, antes de que el otro se adelante.

Cristela habla con Braulio, quien le recuerda que siempre le dijo que Osvaldo era un oportunista en quien no se podía confiar. Le aconseja que haga lo que su amiga le ha dicho o de lo contrario Osvaldo se valdrá de Danna para extorsionarlos. Por ello pide a Rosario que se unan mas la otra tiene miedo y habla con Felipe, el cual al igual que Gabo cree que es lo mejor. Los tres se abrazan, ante Cristela, quien no puede evitar emocionarse ante la escena y desahoga con las amigas la impotencia que siente al saberse una estúpida que creyó en Osvaldo. Mónica le asegura que debe saber algo todavía peor, pero tanto Nínive como la presencia de Manuel, impiden que se entere.

ENERO 2023.
 
Alejandra discute con Braulio pues sabe que este le fue infiel a su hija y que Valeria es un producto de esa infidelidad. Está más que convencida de que Isabel fue su alcahueta y también entera a la sirvienta de que mantendrá los ojos sobre ella, pues la sabe una hipócrita que en el pasado traicionó a su difunta hija por servir de tapadera a su patrón.

Valeria descubre que Lalita está enamorada de Leonardo y que lo ayuda a nadar. Se ríe de ella y le asegura que el hermano jamás le corresponderá, pues no vale nada. No sabe que el lisiado la está escuchando para luego interrumpirla y aseverar que la sirvienta vale más que la hermana, que fue capaz de causarle un dolor grande a su hermana y dejar sin padre a Danna. Asustada, Valeria finge no entender de qué le habla el hermano, el cual la entera de que sabe que ella fue la responsable de que Osvaldo abandonara a Cristela, a la que Mónica busca en la empresa para decirle lo que sabe, mas un repentino incidente con Rodrigo lo impide, llevándola a quedar atrapada con él, en el elevador. Nadie acude a ayudarlos, así que se presentan y descubren que tienen muchas cosas en común, por lo que intercambian números, redes sociales y quedan en cenar esa misma noche.

Cristela y Rosario se presentan en el juzgado y levantan una denuncia contra Osvaldo, ambas por abandono de hogar, bigamia y otras cosas. En todo momento las respalda Felipe, quien como abogado, decide defenderlas durante una audiencia que tendrán recién comience el nuevo año. El demandado es notificado y maldice a las mujeres por haberse unido. Contacta a Valeria y le pide ayuda. Ella le aconseja lejos y lo alerta de que Leonardo y Lalita ya saben la verdad, por lo que la usarán en su contra y ella saldrá perjudicada. A él no le importa y jura que se hundirán juntos.

Nínive desahoga con Mónica su crisis matrimonial y la amiga le aconseja que se separe de Santiago, el cual no la ama. La otra sin embargo teme a quedarse en la pobreza, sin lujos, pues no sabe hacer nada. La otra le recuerda que tiene estudios universitarios y que eso le servirá para encontrar un trabajo. Nínive entonces habla con el marido, quien se niega a que se divorcien, pues él no piensa ser parte de las habladurías de la gente.

Alejandra repudia a Valeria, a la que sabe malvada y envidiosa. La chica re reprocha el no quererla como a sus hermanos y la abuela asegura que ella no es digna de su amor ni de su compasión. Le echa en cara lo feliz que Cristela será finalmente y le advierte que no intervenga en su felicidad, como lo hizo hace años, alarmándola al revelar así que sabe su secreto. Se burla de ella al confesarle que Osvaldo vale tan poca cosa, que prefirió un millón de dólares para desaparecer de sus vidas, que fugarse con ella. La villana llora en soledad, maldice a Osvaldo, a Cristela y también a la abuela, jurando que se las pagarán.

Manuel se luce en la cena de año nuevo, donde pide a Cristela que, en cuanto quede divorciada, acepte ser formalmente su novia. Ella lo besa, feliz, causando envidia en Valeria, de quien se burla Leonardo. A este festejo también han ido Mónica y Rodrigo, los cuales no se separan, para mal de la villana, así como tampoco lo hacen Patricio y Julián, el cual se sorprende al ver llegar a su ex, Tomás Senderos, quien ha llegado con una botella de vino. 

La llegada de Tomás incomoda a Patricio, a quien Cristela le pide que de tiempo al otro, pues recién ha salido de su relación. De nueva cuenta Osvaldo hace presencia y ante el repudio de todos, asegura que él no fue el único culpable del sufrimiento de su esposa, sino también Valeria, confesando que esta se hizo su amante desde antes de que se casara con la hermana mayor, y que fue la que lo convenció de huir juntos, solo que él la plantó y se fue solo, por lo que ella pidió ayuda a su eterna cómplice: Isabel. La villana le exige que calle, asegura que no es cierto, pero el ama de llaves, dura y sombría, acepta la verdad y pide perdón a Braulio por haber callado ese secreto durante tantos años. La apoya Mónica, quien dice a su amiga haber descubierto esa verdad hace poco y haber intentado decírsela, pero siempre algo se lo impedía. En venganza, Valeria abofetea a Isabel, y cuando está por darle otro golpe, el papá la detiene y le confiesa que la sirvienta es su madre, revelando que él le fue infiel a su mujer, y que de esa infidelidad nació ella. Confundida, la mujer se violenta y se marcha. Llega a casa y destruye toda la decoración de navidad, maldiciendo a todos, especialmente a Cristela, a la que finalmente enfrenta a solas y le revela que siempre la ha odiado. Pronto el resto de la familia llega para enfrentarla y ella dice lo que realmente piensa de cada uno, sobre todo del ama de llaves, a la que jura que jamás la aceptará como madre, pues le da asco el solo pensar ser hija de una criada. Isabel sufre por la maldad de su hija y teme a que tome represalias contra Cristela, a la que pide perdón. No así piensa Alejandra, quien presiona a la villana, logrando que esta se marcha de casa y pide a Manuel que le de refugio, pues no tiene a donde ir. Él se niega rotundamente pero Esther intercede por la mujer y pone al tanto a Isabel, la cual agradece a Dios que su hija esté en buenas manos. Lalita intenta consolarla, pero la fría mujer rechaza toda muestra de afecto.

Tomás pide a Julián que lo perdone y vuelva a su lado, pues ha renunciado al trabajo que tenía, por él, que rechaza sus abrazos, besos y caricias y le confiesa haber conocido a alguien y desear quedarse a residir en Ciudad de México. Le pide que regrese a la provincia y lo olvide, pero el ex piensa insistir.

Rosario sabe que Santiago sale constantemente por las noches y teme a que tenga una amante, por lo que se comunica con Mónica, a la que dice sentirse desesperada. Esta le aconseja que investigue qué días son los que se ausenta, para que entonces lo sigan y descubran con quién se está viendo. La mujer también se lo cuenta a Patricio, quien sabe que su hermano es tan intachable, que no se atrevería a tener una amante.

Osvaldo se emborracha e intenta propasarse con Rosario, a la que Felipe defiende a golpes, alarmando a la mujer. Aparece Gabo para poner en su sitio a su padre, al que grita que nunca lo ha necesitado y jamás lo necesitará. Cuando el hombre se va, el chico revela a los otros tener intenciones de conocer a su hermana menor. Felipe es quien lo lleva a los almacenes y pide a Cristela que le de esa oportunidad al chico, el cual abraza a Danna y le dice que son hermanos. Ella asegura que su papá está muerto, en el cielo, y nadie la contradice, pues en ese momento Gabo decide empezar a creer lo mismo.

Braulio se siente avergonzado con Cristela y Leonardo por el engaño a su difunta madre, quien murió sin saber que le era infiel. Aunque Leonardo peude entender a su padre, no así la hija mayor, quien desahoga con Manuel el que siempre ocurran tragedias en su vida, durante las navidades. Él la abraza, le asegura que el nuevo año será distinto, y le informa que Valeria se encuentra en su casa, por petición de Esther, a quien la villana intenta envenenar contra su hermana. La anciana le pide que recapacite, que se de cuenta de lo afortunada que es y de los sacrificios que su madre hizo para darle una vida que ella nunca podría haberle dado. La villana insiste en que su hermana es la causante de sus desgracias y entonces interviene Julián, quien le asegura que, de seguir pensando y diciendo eso, no durará mucho en la casa, pues Manuel no permitirá que intente ponerlos en contra de Cristela, la mujer con quien se casará. Luego el muchacho, en complicidad con Patricio y Rodrigo, por petición de Manuel se disfrazan de reyes magos y hacen una visita a Danna, sin sospechar que Osvaldo acecha a la pequeña, con el fin de robársela y causar sufrimiento a su ex mujer, a la que Braulio ayuda para que por medio de sus contactos quede divorciada inmediatamente del hombre. Ella le pide que también ayuden a Rosario, quien sufre cuando Gabo, al intentar ayudar a un vecino, muere electrocutado. Su dolor es tan grande que solo Cristela la puede comprender y la apoya. Ante ellas aparece Osvaldo, quien lamenta nunca haberse acercado a su hijo. La sufrida madre lo abofetea, le reprocha todos sus sufrimientos y él le dice sentirse arrepentido, mas ellas no le creen y en pleno cementerio la policía llega para arrestarlo.

Alejandra aconseja a Cristela que no confíe en Valeria y tampoco en las promesas que Osvaldo le haga. La alienta para que finalmente sea feliz y también habla con Manuel, al que entera de cuanto ha sufrido la nieta. Luego hace una visita a Esther, a la que desea persuadir para que hable con su hijo mas la mujer le asegura que los enamorados son ya dos adultos capaces de responder por sus actos y decisiones, por lo que ellas deben mantenerse al margen. Se asombra cuando Alejandra le pide que no confíe en Valeria y la saque de su casa antes de que haya destruido su armonía familiar.

Tomás insiste en recuperar a Hécor y por ello tiene un altercado con Patricio, el cual le exige que acepte que perdió al muchacho, mas el ex quiere recuperarlo ya que lo ama y está arrepentido por lo que le hizo. Para ello pide a Esther que lo ayude, mas la abuela, aunque lo quiere bien, no puede hacer nada por él y le hace ver cómo lastimó a su nieto al haberlo reemplazado como si fuera un objeto. Le suplica que vuelva a la provincia y recapacite sus actos, para que se de cuenta de que el amor y la confianza son algo muy difícil de ganar pero muy fácil de perder.

Valeria se siente más sola que nunca y busca a Rodrigo para que la consuele, pero él la rechaza y le dice haberse entendido con Mónica, quien es diferente a ella. Valeria habla mal de la mujer, quien aparece detrás de ella y le dice que los sentimientos entre ambas son mutuos. La repudia y le dice la clase de basura que es y cuando Valeria está por abofetearla le detiene la mano y ella sí que la cachetea, por sus insultos y por todo el daño que le ha hecho a Cristela, con la que nunca se podrá comparar. 
Esto llena de tanto odio a la malvada hermana, que jura que eliminará a la que cree que es su enemiga. Trata de meterse en la cama de Manuel, quien la rechaza y le pide que vuelva a casa y arregle las cosas con su familia.

Mónica acompaña a Rosario para seguir a Santiago, sin percatarse de que Patricio las sigue a ellas. Lo ven adentrándose en un bar, al que ninguna desea penetrar. El homosexual se les adelanta para hacer saber al hermano que su mujer desconfía de él y está afuera, segura de que tiene una amante. Santiago sale a reprochar a la esposa su falta de confianza y le asegura que solo se ve con amigos para beber. Ella le cuenta lo sola que se siente y él decide volver a casa con ella, consintiéndola. Llora al revelar que siente mucha frustración por no poder tener hijos, pues descubrió que él no es fértil y por ello ha desquitado su dolor en ella, a la que pide perdón. La esposa lo hace y le pide que se acerque a Patricio, el cual la ha ayudado, mas el hombre no se siente capaz de eso.

Isabel descubre a Lalita besándose con Leonardo, quien defiende a la sirvienta y dice estar enamorado de ella. El ama de llaves no dice nada, mas luego reprende a la chica y le cuenta cual fue su historia con Braulio, pidiéndole que recapacite y no cometa un error. La joven empleada sin embargo está profundamente enamorada y ha llenado de optimismo al apuesto inválido, el cual dice a su padre que ha decidido someterse a un tratamiento para recuperar el movimiento en sus piernas, comenzando de inmediato, lo que llena de felicidad a Alejandra, la cual no se sorprende cuando Isabel le cuenta de la relación que hay entre su nieto y Lalita, por lo que a ello cuestiona al ama de llaves, intimidándola cuando el pregunta por qué se sorprende, si ella fue la amante de su yerno.

Osvaldo pasará una temporada en prisión, donde recibe la visita de Cristela, a la que pide perdón y aconseja que se cuide de Valeria, la cual desea hacerle daño, pues siempre la ha odiado por creer que le ha arrebatado el amor de todos. Cristela llora y le cuenta que con su traición la hundió en la depresión, al grado que dejó de creer en lo esencial de la vida, como las celebraciones navideñas, y con ello arrastró a su pequeña hija. Pide al hombre que, si aun queda algo de bondad en él, al salir de la cárcel desaparezca, pues Danna sabe que él está muerto y o quiere que eso cambie. Osvaldo llora, le suplica que no le haga eso, pues ya ha perdido a un hijo. Calla cuando la ex esposa le dice que él no ha tenido hijos nunca, pues jamás ha sido padre para nadie.

Julián descubre que Valeria intenta seducir a Manuel a toda costa y por eso habla con el hermano y le pide que la echen de casa, comenzando a tener mala voluntad a la mujer, con la que luego tiene un desencuentro en el que interviene Esther, ante la cual ella llora asegurando que nadie la quiere a causa de las intrigas de Cristela, a quien, por consejo de su hermano, Manuel propone que se casen lo antes posible. Ella acepta a pesar de no estar segura, pero tiene el apoyo de su familia. Es Alejandra quien entera con gusto a Valeria, que en un acto desesperado intenta meterse en la cama del hombre, el cual decide echarla de su mansión a pesar de la intervención de Esther, quien al no poder hacer nada para ayudarla, es insultada por esta, que le dice ser una estúpida. 
Sin embargo la villana habla con su padre y le dice sentirse mal querida y desplazada y él le ruega que vuelva a casa, donde se reinstala, fingiendo querer ser amiga de su hermana, a la que apoya en todos sus planes de boda. Finalmente llega el gran día y Valeria brinda con su hermana antes de que esta se ponga el vestido de novia. Le ha dado una compa envenenada, por lo que Cristela, al sentirse terrible, se desmaya. La villana se marcha y es Isabel la que descubre a la novia, la cual es internada en un hospital, donde se debate entre la vida y la muerte, preocupando a todos. El ama de llaves descubre que una copa con el mismo vino que tomó Cristela, se encuentra en la habitación de Valeria, por lo que llora amargamente por las fechorías que su hija ha cometido. La descubre Alejandra, a la que con pena le dice lo que sospecha y le revela que ella es la madre de Valeria, a la que la abuela busca por todas partes para enfrentarla, pero no lo logra, pues la malvada mujer ha ido en busca de Manuel, quien sufre por el estado de Cristela, la cual finalmente queda a salvo y le promete que estarán juntos. Se alarman cuando el doctor los entera de que la protagonista fue envenenada.

Patricio sufre por lo sucedido a Cristela y enfrenta a Valeria, quien solo se burla de él, que como consecuencia acude a Santiago para reconciliarse, pues las navidades son para eso. El hermano le dice estar influenciado por sus padres, mas estar también dispuesto a que vuelvan a ser cercanos, como en la infancia. Patricio lo abraza fuertemente y al otro no le queda más que responderle de la misma manera. Cuando Patricio vuelve a casa, se topa con Tomás, quien le pide que haga feliz a Héctor, puesto que él ya ha comprendido que lo perdió por no haberlo valorado. Los descubre el muchacho, quien esta vez habla en paz con el ex, quien de verdad se muestra arrepentido y vuelve a provincia, derrotado.

Rodrigo ha comenzado un romance con Mónica, quien gracias a él nuevamente cree en el amor y no desconfía tanto de los hombres. Se lo cuenta a Nínive y ambas acuden a visitar a Cristela, la cual las asombra al decirle que Valeria intentó envenenarla. Las amigas le advierten que tenga cuidado, pues la hermana siempre la ha odiado.

Felipe propone a Rosario que se casen y se muden a la provincia, donde pueden empezar de cero y donde Gabo pueda continuar sus estudios, lejos de Osvaldo. El chico pide a la madre que acepte y entonces ella, feliz, los abraza. Felipe les promete que a su lado nada les faltará y por ello se casa con la mujer y adopta al hijo de esta, que de nueva cuenta busca ver a Danna, a la que desea que sea feliz, marchándose para siempre.

Leonardo entera a Braulio del amor que siente por Lalita y el padre apoya la relación, pues solo desea ver feliz a su hijo. Alejandra no está de acuerdo, pues cree que su nieto merece a alguien mejor, intenta convencerlo de esto pero no tiene más que aceptar lo que él ha decidido cuando el muchacho le pregunta quién se ha atrevido a amarlo a pesar de su condición. La abuela entonces habla con Lalita y le exige que se prepare y se pula, pues no puede estar por debajo de las amistades de la familia, así que la manda a la escuela y comienza a prepararla, para convertirla en una chica de sociedad.

Valeria se muestra amorosa y preocupada ante Cristela, quien le pide que no sea hipócrita y le diga por qué intentó matarla. La hermana asegura que eso no es verdad pero la otra la acorrala, por lo que le revela que la odia y no permitirá que sea feliz con Manuel. Luego es enfrentada por Isabel, quien le exige que reaccione. La chica la desprecia y al forcejear en las escaleras, la arroja, lastimándola. Las ha visto Leonardo, el cual no puede hacer nada para socorrer a la empleada, mientras que Valeria, cobarde, decide huir. Sin embargo Cristela ha escuchado gritos y acude al lugar, llamando de inmediato a una ambulancia. Isabel no pierde la vida, lo que llena de felicidad a Braulio, el cual le pide que deje de ser una simple ama de llaves para convertirse en su compañera.

Alejandra cuestiona a Braulio sobre sus decisiones y este le reprocha el repudiar a Isabel y no haber querido nunca a Valeria. La ex suegra dice haber estado segura siempre de que la recogida es una mala entraña y esta ha demostrado serlo, pues fue la causa por la que Osvaldo abandonó a Cristela, también la responsable de que esta última casi muriera y, por si fuera poco, la que casi mata a Isabel, arrojándola de las escaleras. El hombre se niega a aceptar que su hija sea ese monstruo, mas Isabel se lo confirma.

Valeria padece el repudio de su familia y viejos conocidos, por lo que se siente sola y vaga por las calles. Se instala en un hotel del cual pronto la echan, pues sus cuentas bancarias han sido canceladas. Es Isabel, quien en su infinito amor de madre trata de protegerla y la lleva a un cuarto de vecindad que ya le ha alquilado. Le pide que recapacite, cambie y sea una persona de bien. La hija solo la desprecia.

Julián y Patricio deciden vivir juntos, por lo que el primero se despide de Manuel y Esther, la cual se siente feliz de que finalmente vaya a hacer su vida. La abuela por su parte, luego de hablar con Alejandra, decide que ambas pueden internarse en una casa de retiro y dejar de ser un estorbo para los suyos, así que entera a Manuel de que se marchará también, para que él pueda estar solo con Cristela, con la que ha acordado casarse en la próxima navidad. Se interna junto con Alejandra, de quien se vuelve entrañable amiga, hasta que en el transcurso del año, en una madrugada de verano, muere mientras duerme. Esto llena de dolor a los nietos, los cuales encuentran apoyo en Cristela y Patricio.

Gracias a Isabel, completamente alejada de su familia, Valeria trabaja en una lavandería, donde al ver sus manos maltratadas solo recuerda sus días de glora. Es la madre quien la apoya y alienta para que salga adelante sola, a la par que se sacrifica por ella nuevamente y abandona la mansión Lambarri y a Braulio, para estar con ella, lo que ha hecho que el millonario sea inundado de una profunda tristeza.

Leonardo comienza a recuperar el movimiento en las piernas y Lalita se prepara día a día para salir adelante. Se apoyan mutuamente y prometen que juntos saldrán adelante.

Mónica descubre que está embarazada y esto la llena de alegría. Celebra con Rodrigo y también con Cristela y Nínive, quien no puede evitar sentir envida y dolor por no poder ser madre. Sin embargo Patricio ha convencido a Santiago para que adopten y este se lo propone a la mujer, quien al visitar un orfanato decide volverse voluntaria y apoyar a todos los niños que no tienen un hogar. Convence a sus amigas de que se unan a su causa y por ello, acercándose las fiestas navideñas, organizan una posada para todos los niños. A este festejo acude Danna, quien se enternece por la historia de muchos de estos niños y les entrega regalos, feliz. Las acompaña Manuel, el cual lleva a la niña y su madre al ángel de la independencia, donde les promete que serán una gran familia ahora que vivan juntos. Es así que los enamorados por fin se casan, durante una celebración de navidad, acompañados de todos sus seres queridos y siendo sorprendidos por Valeria, quien les lleva un presente y pide a todos perdón por sus actos, mostrándose realmente arrepentida y agradecida con su madre, Isabel, por haberla ayudado. Esta última emociona a Braulio, al volverse a ver, y le promete que nunca más se separarán, situación que no hace para nada feliz a Alejandra, quien insiste en apoyar a sus nietos.

Manuel lleva a Cristela y Danna a hacer un recorrido por las calles de la ciudad, imaginando lo que la gente estará haciendo en sus casas mientras reciben la navidad. Terminan en el monumento más simbólico de la ciudad, donde él abraza a su amada y le le promete que siempre luchará porque sean felices y porque pasen muchas navidades juntos. Ella lo abraza, le agradece que les haya devuelto a ella y Danna la ilusión y la fe en la navidad y ambos se dan un fuerte beso... a la luz del ángel.



























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